Llegando ya al final del blog, lleno de reflexiones e información valiosa, nos desplazaremos a la Historia del presente, disciplina historiográfica de reciente creación que surge por la necesidad de recuperar el sentido del término "contemporáneo"
ACTIVIDAD 6
- INVESTIGACIÓN SOBRE LA HISTORIA DE GÉNERO
Tal y como venimos haciendo desde el inicio, para introducir un nuevo apartado, realizamos una actividad que nos ayuda a trabajarlo más fácilmente. En este caso, lo que vamos a hacer es escuchar el testimonio de tres mujeres sobre los temas Aprender/Trabajar/Sexualidad. La página que nos proporciona esta información es un banco de recursos, https://mujerymemoria.org/mujer_y_memoria/. Luego, una vez escuchados, debemos llevarlo a nuestra situación actual y contrastarlo.
En primer lugar, comenzaré con el tema de aprender, el cual me interesa mucho conocer y escuchar porque como futura profesora, es interesante ser consciente de la situación que se vivía antes. Dentro de este tema encontramos diferentes formaciones, todas ellas igual de valiosas. En la que he decidido centrarme yo es en la universidad, pues me resultará más sencillo compararlo con la realidad.
Decidiendo al azar entre la variedad de testimonios que están registrados en la página que he mencionado anteriormente, he tenido la suerte de toparme con una mujer que decidió estudiar el grado de Magisterio. Ella cuenta que desde pequeña ha recibido una educación, pues su abuela pensaba que formarse era algo fundamental, salvo aquellos años en los que vivió en Venezuela y se ocupaba de trabajar junto a su hermano y su padre.
No obstante, cuando regresó a Asturias, siguió estudiando y completó el bachillerato, lo que le permitió continuar su formación en la universidad. Allí, aunque al principio esa no era su idea, hizo magisterio. Al mismo tiempo, trabajaba en un supermercado con su padre, aspecto que le complicó estudiar, aunque buscó soluciones que le ayudaron, como la escuela nocturna.
Su padre nunca estuvo muy convencido con la idea de que se sacase una carrera. De hecho, algunas veces fue el culpable de ciertas dificultades con las que su hija se encontró. Es destacable, además, comentar que ella vivía en León y la carrera la cursaba en Oviedo.
Una vez finalizado el grado, tuvo la idea de hacer las oposiciones pero, sin esperarlo, se enamoró y ejercer como profesora fue algo que se quedó en el aire.
Llevándolo a la actualidad, me parece inviable el hecho de que mis padres prefieran que me dedique a trabajar en vez de formarme. Los tiempos eran diferentes, es por eso que el estudiar, por lo general, se percibía de otra manera y no estaba tan extendido como ahora. Además, las familias no disponían de los suficientes recursos para ofrecerles a sus hijos la oportunidad de poder estudiar en un centro.
Luego, la cantidad de mujeres que querían estudiar era mayor que el de hombres, quienes se decantaban más por el trabajo. Este aspecto me recuerda un poco al día de hoy, aunque esa diferencia era mucho más mayor durante la Transición española.
Finalmente, habla también sobre cómo el formar una familia se presenta como obstáculo cuando decide prepararse para opositar. En cinco años, ya casada, tiene cinco hijos. Por lo tanto, mientras que su marido, militar, sigue dedicándose a su labor, ella dedica su vida al cuidado de sus hijos, sin llegar a ejercer como profesora.
A día de hoy, aunque existen casos, esto no suele pasar. Las mujeres tenemos el derecho de sentirnos productivas y hacer lo que nos apasiona porque, aunque queramos tener hijos, ellos no deben presentarse como un impedimento.
Cambiando de tema, centrándonos ahora en trabajar, concretamente en el trabajo fuera de casa, una mujer, antes profesora, nos cuenta algunas de las diferencias que se pueden percibir respecto a nuestra realidad.
Ella fue capaz de ejercer como profesora, al mismo tiempo que se encargaba de todas las tareas domésticas. Nos comenta que cuando llegaba de trabajar, tenía que asegurarse de que la nevera estuviese llena, que no faltase nada por comprar, que la ropa estuviese planchada, etc. Todos aquellos trabajos que no tenían porque ser obligación únicamente de la mujer, pero que siempre se le asignaban a ella. El hombre era educado para llegar a casa y tener todo hecho.
La mujer que trabajaba era considerada importante, pues ganaba su propio sueldo y no tenía que depender de nadie. Todas ellas estaban deseosas de comenzar a ganar dinero para casarse, formar una familia e independizarse. Esa era su meta principal.
Ahora bien, es notable la diferencia entre el hombre de antes y el de ahora. A pesar de que existen algunas excepciones de hombres que parece que se quedaron en una época anterior, la figura del hombre no es la misma que la de hace unos años. Ahora, al menos como lo he vivido desde pequeña en mi casa, las tareas son repartidas a igualdad de condiciones y sin importar el género para desempeñarlas. El hombre puede hacer la compra mientras que la mujer intenta arreglar un grifo.
Algo que no ha cambiado considerablemente es la percepción que se tiene acerca del trabajo del hombre respecto al de la mujer. Es considerado que ellos hacen los trabajos mejor que nosotras, por lo que se les debe pagar un sueldo superior. Y eso ocurre en la actualidad, los hombres se encuentran en el poder, aunque el trabajo a realizar sea exactamente el mismo. Pretenden que nosotras siempre nos situemos por debajo, que no valgamos más que ellos.
Por último, en cuanto a la sexualidad, el tema que más ha llamado mi atención ha sido el de la educación sexual, donde sí encuentro grandes diferencias.
Tal y como sabemos, y como nos confirma la mujer que nos habla sobre ello, antes los noviazgos eran diferentes, siendo muy importante que la mujer llegase virgen al matrimonio. Al lado de su pareja, crecían con miedos y cautelas, intentando no caer en problemas de tipo sexual o quedarse embarazadas.
El tema de la sexualidad era tabú. Marga, la protagonista de este testimonio nos afirma que prácticamente no sabían nada respecto a las relaciones sexuales, pues no se hablaba de ello. De lo único que extraían información era de las conversaciones entre amigos.
Las parejas, así como lo sexual, se ve con otros ojos. El hecho de que la mujer llegue virgen al matrimonio es algo que ha desaparecido casi completamente, y lo podemos ver en múltiples parejas que tienen hijos antes de concebir el matrimonio. Sin embargo, es algo tan normalizado que no se considera negativo ni aspecto para criticar.
El tema de las relaciones sexuales es algo que se escucha en cualquier parte, siendo frecuentes los anuncios en los que se muestra. Ahora se habla de ello sin problema, tanto que en ocasiones se muestra una desinformación absoluta que pone en peligro lo que es cierto.
Las relaciones se presentan de otra forma, con mayor libertad y sin inseguridades en la mayoría de los casos. Enseguida comienzan a vivir juntos y formar una familia, lo que suponía un gran esfuerzo anteriormente.
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